Capítulo 4. El criadero Dragón

Días han pasado en el pueblo de Greenest y mientras Leosin ha estado recuperándose en el templo de Chauntea nuestros aventureros han recuperados sus fuerzas en la casa de Moira, juntos han ayudado en la reconstrucción del pueblo, Halberin aprovecho para dar una santa sepultura a los padres de la Tiefling, pero en el sótano de la casa algo más oscuro se estaba formando, una voz en la cabeza de Moira resonaba mientras la chica en un trance se dirigió al maligno lugar, allí el oscuro libro temblaba constantemente mientras una grieta de fuego oscuro se formaba alrededor de este objeto. De repente, una criatura emerge, un pseudodragón de escamas violetas que inmediatamente voló a los pies de Moira mientras hablaba directamente a la mente de la joven: -Me presento ama soy Pandora y soy un regalo de nuestro señor- menciono la criatura, Moira no podía creer que el pacto con este ser oscuro pudiera ser tan poderoso como peligroso.

En esta ocasión el grupo fue visitado por el mismo Leosin: -Amigos, después de todo lo que hicieron por mí y la gente de Greenest, odio tener que pedirles algo más, pero la necesidad es grande, y confío en que me podrán ayudar una vez más. Necesito que regresen al campamento de los cultistas para poder examinarlo una vez más, en mi instancia, supe de algo conocido como la guardería y era un lugar muy importante, si pudieran saber para que utilizaba Rezmir esas cuevas, estaríamos un paso más cerca para destruir este maligno culto-

Halberin en deuda con su amigo asintió esta vez, los demás temerosos de volver, pero preocupados por su amigo decidieron unirse, con mucho recelo. -¡Perfecto!- dijo el monje: -Les daré esta vez 150 piezas de oro a cada uno por las molestias y cuando puedan tener esta información, véanme en la ciudad de Eltrurel al norte de Berdusk, allí estaré junto con un paladín de nombre Ontharr averiguando más sobre el culto del dragón- mientras entregaba las monedas por adelantado, el grupo despidió entonces al monje y juntos fueron nuevamente al oscuro campamento.

Al llegar todo había cambiado, los cientos de hombres de asaltantes habían desaparecido, dejando el lugar prácticamente deshabitado, los aventureros encontraron solo con unos pocos exploradores quienes eran simples mercenarios por lo que no le debían lealtad al culto, estos mencionaron que los remanentes del culto se encontraban en la guardería.



El grupo nuevamente disfrazado, ingresó a la cueva eliminando a los garradragón de la entrada y explorando dentro todo los diferentes pasillos de la cueva donde al final pudieron encontrarse con Frulam, quien confundiendo a Moira por un colmillo dragón, les ordenó ir a “la incubadora” lugar en donde Frulam y sus hombres tenían incubando huevos de dragón, aprovechando el estar solos acabaron con las pocas fuerzas que custodiaban los huevos, cuatro kobolds que no le hicieron frente a los aventureros.

-Que bien que lo hemos hecho hasta ahora pero ¿Cómo vamos a hacerle de aquí en adelante? Ya sabemos que el culto posee huevos de dragón incubándolos, ahora debemos destruir esos huevos antes que eclosionen- mencionó Halberin. Misty calculó que en el lugar se encontraban dos huevos de dragón pero lamentablemente también vio a dos Guardias Dragón, criaturas similares a los dragones pero de menor tamaño y sin alas custodiando los huevos, comentando esto al grupo Moira levantó su capa mostrando a su nueva compañera Pandora la Pseudodragona, a quien le ordenó distraer a los monstruos mientras Misty bajaba sigilosamente a la incubadora y robaba los huevos, antes de bajar Moira lanzó un conjuro de Invisibilidad para tener mejor éxito en su sigilo.

Misty bajo por los escalones al centro de la incubadora, pero justo cuando levanto el primer huevo la druida comprobó el peso de este objeto, era demasiado pesado para ella y necesitaba de manos extras para cargar más de uno, aprovechando la distracción de Pandora, Halberin bajo para robar el otro huevo, pero algo lo tomó de la pierna y lo empezó a arrastrar al fondo, era un tentáculo grueso el que había cogido a nuestro amigo -¡Ayúdenme!- Susurró el enano mientras desaparecía en la oscuridad. Sin pensarlo mucho Moira salió a rescatarlo encontrándose con la criatura que lo tenía agarrado, una especie de montículo de piedra grande con un ojo que brotaba de la cima de su ya deforme masa y una boca enorme provista de colmillos filosos que rasgaban la piel de Halberin, este ser susurraba al enano: -Tranquilo, no te haré mucho daño al devorarte como lo harían los guardias, así que no grites, pues alertarías a los dragones, acepta tu destino y muere- Moira al escuchar esto se acercó al monstruo e intentó engañar a la criatura diciendo que el enano poseía una maldición que se transfiere al ser que lo mate. La criatura desilusionada por no poder comer enano le propuso un trato a la Tiefling, algo sabroso para comer en cambio del enano.

Moira aceptó con alegría diciendo: -¿Qué te parece un rico omelette de dragón?- Mientras le comunicaba a Misty traer el huevo robado, el ser repulsivo aceptó y se realizó el intercambio, Misty trajo el huevo y con un golpe del martillo de Halberin abrieron la cascara saliendo de este una cría de dragón que empezó a chillar en busca de sobrevivir, el ser se deleitó con los chillidos de la cría, y soltando al enano se dispuso a merendar, no sin antes, decirles a los héroes: -Muchas gracias por este banquete, espero que no mueran por culpa de los gritos de mi almuerzo- entonces justo cuando se habían librado del montículo, los guardianes dragones se acercaban a toda velocidad buscando el huevo que faltaba. -¡Tenemos que huir!- gritó Moira al ver a los dos seres, -¡Huyan! Yo los detengo mientras tanto- respondió Halberin mientras blandía fuertemente su escudo, Moira y Misty Day empezaron a escapar, aprovechando la invisibilidad Misty logró robar el segundo huevo, y aunque la druida había visto el tercer huevo camuflado, la situación no permitía hacer más.

-La huida estuvo difícil pero gracias a Tyr pudimos salir con bien- pensó Halberin una vez salió de la incubadora, Misty hablo con todos explicando que ella se adelantaría con el huevo a Greenest mientras los demás encontraban una forma de salir, el grupo estuvo de acuerdo, pero al momento de que la druida se hubiera ido Moira detectó en los ojos de Pandora a alguien que le podría cortar el camino a Misty, era el propio Cyanwrath hablando con Frulam. 



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