Capítulo 7. La caravana

Varios días pasaron y el grupo llegó sano y salvo a Baldur´s Gate, Halberin se emocionó al pisar nuevamente tierra firme, lo mismo ocurría con los caballos que en todo el viaje se encontraron muy nerviosos, el grupo se disfrazó lo mejor que pudo e inició la búsqueda de Ackyn cosa que no fue difícil, el hombre era muy reconocido en la ciudad, ya que el grupo viajó por el rio, pudieron alcanzar a los cultistas y tenían tiempo de sobra para poder explorar en la ciudad, cosa que hicieron, lo primero fue buscar a un mercader de la caravana que necesitara protección, encontraron a un hombre callado en el templo de Ilmater su nombre era Samardag quien iba a transportar cajas de valiosa porcelana, este al ver al grupo tan bien formado, fuerte y elocuente los contrató sin pensarlo, otorgando el puesto de guardaespaldas a Moira, de sargento a Halberin y Escanor junto con Misty de soldados rasos.


Aprovechando el tiempo el grupo quiso investigar acerca de la palabra escrita en la nota “Naerytar”, sin embargo, sus investigaciones no los llevaron a ningún lado, pidieron ayuda a Ackyn pero este no conocía esa palabra, incluso los encomendó a ver a una sabia de apellido Silvane, pero esta se encontraba de viaje por lo que frustrados se fueron a la taberna más cercana. Por el camino Misty pudo ver a Rezmir la líder del campamento hablando con los cultistas, con su vista elfica pudo leer los labios de la semidragona en draconico, confirmando que el lugar del encuentro sería el nombrado lugar Naerytar. Rezmir decidió adelantarse con un puñado de cultistas para evitar ser descubierta y montando un caballo partió de la ciudad.

El grupo impotente de poder hacer algo decidió seguir a la taberna "La canción de la elfa", allí Halberin mencionó: -Por lo menos ya sabemos que Naerytar es un lugar- Moira un poco molesta le respondió: -¡Pero de que nos sirve igual! si Rezmir ya se adelantó ahora ¿Qué vamos a hacer para conocer información adicional del culto del dragón sin Rezmir? No creo que los cultistas que se quedaron atrás sepan realmente los planes de los seguidores de Tiamat- estas palabras sin sentido para alguien ajeno a nuestro grupo, resonaron como campanas en un templo: -¿Dragones? ¿Tiamat? Habré escuchado bien – dijo una gnoma de cabellos rosados, quien se acercó en la mesa de nuestros héroes. -Si buscan alguien que los pueda sacar de ese predicamento, yo los puedo ayudar, mi nombre es Cordelia, Cordelia Fox y soy una gran investigadora de dragones, conozco todo lo que puede haber en las bibliotecas de Baldur´s Gate, si ustedes me ayudan con mi trabajo de estudio de dragones, yo puedo transmitirles mis conocimientos. –

-¿Cómo…Qué…De qué está hablando esta gnomo?– Dijo Halberin, -Que…yo…les….puedo…ayudar…a….ustedes, si…me…ayudan…con…mi…investigación, ¿te quedó claro enano o te lo explico en tu idioma?- Respondió la gnoma.

El grupo quedó estupefacto mientras la joven gnomo se subió a la mesa y pidiéndole una botella de jerez al cantinero, Cordelia les empezó a explicar todo lo que ella sabía entre otras cosas del sitio llamado Naerytar, un viejo castillo situado al norte de Waterdeep, el grupo al escuchar esto vieron con buenos ojos la incorporación de la maga quien se unió al grupo hablando tendidamente con Halberin.

A la mañana siguiente el grupo se dispuso a partir junto con la caravana, entre estos varios comerciantes incluidos los cultistas llevaban sus mercancías al lejano Waterdeep, la oportunidad de socializar un poco se presentó cuando en una curva el carro de los cultistas se volcó y varios insumos se cayeron, los cultistas se encontraban furiosos pero Halberín manejó la situación quien con su conjuro de Reparar logró arreglarles la rueda, mientras esto ocurría una figura molesta se acercó a Moira, era un mediano metiche a la que la bruja no podía deshacerse, dijo llamarse Losvius Nariz larga, quien a pesar de su nariz su apodo era más por el hecho de ser un metiche, para deshacerse de él, Moira lo engaño para que robara un poco del tesoro de los cultistas, momento en que el mediano aceptó desapareciendo del lugar y regresando con una bolsa de cuero que contenía 300 piezas de oro.

Entregándoselas a Moira le dijo: -Eso es fácil Moira Blackenridge, pero si siguen intentando entrar de esa forma al culto del dragón, lo único que harán será que los maten, esa no es la misión que nos encomendaron- Moira extrañada preguntó: -¿Cómo es que sabes mi nombre? ¿Quién eres?- el mediano con una sonrisa burlesca le respondió. -Por ahora sepan que tienen a un amigo y no están solos, llámenme Nariz larga por lo pronto- mientras le regresaba el amuleto de la orden del guantelete. -Esto debes guardarlo mejor e intentar que solo los de la orden o nosotros los arpistas la conozcamos- mientras el mediano regresó a su carro Moira quedó con una fuerte sensación que tenía que revisarse sus bolsillos.  


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