La mañana estaba despejada y el débil sol calentaba con sus tibios rayos las mejillas de Cordelia mientras esperaban por los demás miembros del grupo en el bosque, allí junto a ella se encontraban el mediano Merik alimentando a Spike su ratón, la mujer herida y el sacerdote Caemon, intentaban descansar cerca de un árbol, mientras que Jamna y Escanor custodiaban a la inconsciente Talis del cultista enano Craggnor quien no veía el momento de asesinar a la mujer, cuando a lo lejos llegaron Moira con Halberin y Misty. Todos se alegraron de poderse reencontrar, la valiente tiefling retomando su verdadera forma habló con el paladín: -Escanor, nuestra invitada ya se encuentra despierta?- -No- respondió el joven, -Debemos despertarla, es momento que nos hable claramente donde podemos encontrar a Rezmir- dijo Moira mientras se acercaba a la cautiva mujer.
Despertándola Moira habló con Talis, quien viéndose claramente en desventaja decidió contar todo lo que sabía con respecto al culto del dragón, por boca de la mujer el grupo supo de los diferentes líderes del culto llamados “susurradores de dragones” cada uno de ellos teniendo afinidad con un tipo de color pertenecientes a un dragón cromático, siendo el líder principal Severin el rojo, y los otros llamados Galvan el Azul, Neronvain el verde, Rezmir la negra y por ultimo Varram el blanco, enano que Talis odiaba por encima de los otros, Moira intentando cumplir el trato de Craggnor con Misty decidió que era momento de enviar a Talis al otro mundo, pero la mujer en un acto de desesperación propuso un trato muy provechoso, indicó la forma de entrar al lugar donde Rezmir se encontraba, y mientras dirigía su vista al cielo les indicó que debían dirigirse a ese lugar.
Todos los aventureros voltearon la mirada al cielo e impresionados pudieron ver con sus propios ojos el famoso castillo flotante que les habían mencionado el personal de la mansión, Talis con una mayor seguridad dijo: -Yo los puedo llevar allí, conozco todas la contraseñas y el método para llegar, solo necesitan liberarme y con gusto los llevaré a la aldea de Parnast en donde conseguiremos los medios para alcanzar el castillo, entonces que dicen?, me liberan?-, el grupo luego de discutirlo aceptó la oferta y liberaron a Talis, lo que molestó de sobremanera a Craggnor quien quería ver morir a Talis, es entonces que Moira le indicó mentalmente a Halberin que el enano cultista debía morir. Sin poner objeción Halberin desató toda su fuerza con su martillo y rompió el cráneo del enano quien cayó al suelo muerto.
El grupo entonces se disfrazó de garradragones con ayuda de Moria y Merik, incluidos el hermano Caemon y Miresella quienes más que ayudar querían regresar a sus hogares y se dirigieron a la aldea de Parnast, mientras bajaban la montaña Talis pudo mencionar un poco de la historia de la aldea y de como el culto del dragón se había infiltrado en el tiempo atrás, asesinando a un antiguo líder y su familia de apellido Lothbrok, quienes por mucho tiempo tomaron poco a poco el control del pueblo, hasta que hace un año se mostraron públicamente ante todos, por lo que el pueblo se encuentra dominado por el culto en liderazgo del capitán Othelstan, el grupo conociendo toda esta información se distribuyeron de la mejor forma para averiguar más en el pueblo.
Una vez llegaron al lugar, Merik decidió acompañar al hermano y a la doncella en conseguir un lugar seguro para ellos, efectivamente como había dicho Talis los garradragones y cultistas transitaban abiertamente en las calles de Parnast por lo que la misión de Merik era difícil, sin embargo, Merik pudo convencer a un amable carretero de ayudarlo, un hombre de mediana edad llamado Gundalin.
Por su parte, Escanor, Jamna y Misty se dirigieron al templo de la aldea, donde la elfa tuvo visiones confusas acerca de fuego y destrucción mientras contemplaba las estatuas de las diosas que representaban las estaciones del año en el templo. Mientras estaba en trance Misty salió del edificio y presintió que un objeto de inmenso poder se encontraba en el castillo, con sus manos quiso alcanzar el castillo pero fue detenida por su esposo quien le advirtió a Misty que se encontraban en peligro y que debían mantener un perfil bajo para evitar levantar sospechas, por ultimo Moira acompañada de Halberin y Cordelia junto con Talis ingresaron a la taberna del pueblo, la jarra dorada, en donde se encontraron con el capitán Othelstan, quien habló tendido con Talis y luego de varios minutos de conversación les indicó que se dirigieran al establo si querían hablar con Rezmir en el castillo, el grupo entonces salió de la taberna y se dirigió a reunirse con sus compañeros para finalmente ir al establo.
Una vez reunidos los aventureros abrieron el establo, en donde los esperaban dos Wiverns, (criaturas aladas parecidas a dragones pero de menor tamaño) que se encontraban rugiendo dentro del edificio, Talis mientras alistaba a uno de ellos colocándole la silla y el arnés, les mencionó: -Bueno, quienes van a ir conmigo? Estos seres solo pueden cargar a dos personas a la vez, además sin mi presencia ustedes no podrán llegar mas lejos, entonces decidan- El grupo de aventureros tuvo que separarse por primera vez, Moira presintiendo del gran peligro que iban a correr y recordando la profecía del príncipe elfo, no quiso que Halberin a quien le había tomado un mayor cariño muriera, por lo que la tiefling habló con el y este aceptó, no sin antes curar las heridas del grupo, Merik le encargó a su mascota al buen enano quien con sus bendiciones despidió a todos esperando que regresaran con bien.
Mientras Escanor, Misty, Cordelia, Merik y Moira se dirigían al castillo flotante, Halberín junto con Jamna se ocultaban nuevamente entre los cultistas esperando que el grupo tuviera éxito en su campaña.
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