Capítulo 15. El asalto al castillo flotante

Al despedir a mis amigos sentí que mi corazón se arrugaba, temo por la vida de ellos en especial de mi amada Moira, deseo poder hacer algo para restaurar su humanidad, pero ahora solo debo salir de este pueblo sin levantar sospechas, también Miresella y el sacerdote Caemon se encontraban angustiados cerca de tantos miembros del culto, así que decidí invitarlos a unas cervezas en la taberna.

Por el camino también nos encontramos al carretero Gundalin quien nos ayudó un poco en pasar desapercibidos así que decidí hablar con él, le explique la situación y por un pequeño precio el buen hombre nos iba a ayudar a salir de esta aldea, sin embargo, algo pasó al llegar a la taberna, la escurridiza de Jamna se me volvió a perder, espero que la pequeña gnomo no nos arruine la huida.

Luego de tomar las cervezas salimos del lugar, Gundalin nos colocó en la carreta cubiertos por una manta transitando sin rumbo fijo fuera de Parnast ¡Por Tyr que pudimos salir con bien! Al descubrir nuestros rostros y mirar nuevamente la luz del sol, dirigí mi vista al castillo donde mis amigos se encontraban, apreciando que la enorme fortaleza se desplazaba en otra dirección alejándose, también alcancé a avistar una silueta de un pequeño dragón saliendo del lugar, así que despidiéndome de los demás decidí ir en dirección al pequeño dragón.

Halberin



Portando en alto el estandarte del culto del dragón descendimos en el castillo, nos recibieron unos fuertes y enormes ogros quienes luego de desmontar nuestros wyverns, ellos condujeron a las monturas a los establos, por nuestra parte seguimos a Talis en búsqueda de Rezmir y por el camino nos encontramos con un ser imponente, un gigante de tormenta de nombre Blagothkus. -¡Salve oh poderoso Blagothkus! Mencionó la semielfa mientras se arrodillaba ante el colosal ser, supimos sin duda que el gigante era el señor de este lugar pero este no era el momento de blandir la espada, era momento de infiltrarnos y acabar con la susurradora de dragones.

 Escanor


Bajamos por escaleras de hielo tan gruesos y duros como grandes diamantes llegamos al primer nivel del castillo llegando a una enorme cocina llena de kobolds, pensamos que era otra sala más antes de llegar con Rezmir, pero estábamos equivocados, la maldita de Talis aprovechó la oportunidad para traicionarnos y ordenar a los esbirros en atacarnos, pronto me transformé en oso polar mientras empuñábamos nuestros mejores ataques. Moira se concentró en asesinar a la traidora mientras yo me enfrentaba a sus lacayos, pero no solo los kobolds se encontraban en la sala, en una esquina se imponía un gran grifo que también se unió al ataque, lo que es peor los ruidos alertaron a los ogros quienes bajaron alertados de nuestra presencia, Merik y Escanor decidieron hacerles frente, mientras por una sala del norte un par de dracos guardianes saltaron también en contra nuestra siendo enviados por la mismísima Rezmir, Cordelia decidió entonces lanzar sus poderosas bolas de fuego para equilibrar un poco la situación, lamentablemente tanto Talis como Rezmir escaparon, pero no sería lo último que veríamos de las líderes del culto, y pronto lo sabríamos ya que Talis la blanca regresaría con más refuerzos, una flota de aladragones.

Misty Day


¡Oh que gran espectáculo! Un castillo de hielo al que las llamas de mis hechizos no logran derretir, luego de eliminar al platillo de entrada, sopa de grifo con salsa de kobold, seguí con el plato fuerte, Talis la blanca me traía varios soldados para eliminar con mis bolas de fuego ¡Genial!, solo me preocupaba una cosa, los dracos y los ogros quienes se veían extremadamente fuertes, logré vencer a un draco con mis rayos abrasadores pero quedé a merced de los ogros, tres fuertes ogros se disponían a masacrarme, pero la gran charlatanería de Merik hizo convencer a los ogros que los cultistas se disponían a traicionarlos y que era el deber de ellos defender al señor Blagothkus, los ogros creyeron del mediano e informaron a su señor, mientras dos de ellos se quedaron a ayudar, Merik aprovechó la oportunidad para pedir a uno de los ogros que lo acompañara para eliminar a la susurradora de dragones, con la situación tornando a nuestro favor Misty, Moira y yo decidimos darle caza a la traidora de Talis la blanca.

Cordelia Fox


La flota de aladragón resultó ser más fuertes de lo que yo esperaba, logrando resistir las bolas de fuego de Cordelia atacaron fuertemente a Escanor y Misty dejándolos muy mal heridos, protegiendo a Cordelia decidí estar en primera fila, concentrando mis ataques en Talis a quien logré romperle el cuello con mi Eldritch Blast, pero quedando a merced a los aladragón quienes me redujeron en el suelo. Pero antes de desfallecer, Misty llegó a mi auxilio y con sus garras logró someter a los malditos salvándome la vida ¡Gracias amiga! Escanor luego llegó a sanarme a pesar que sus heridas también eran graves, cuando me levanté escuché en mi cabeza una voz familiar, era Pandora quien asustada pedía que ayudáramos a Merik, es entonces que le di la orden de alejarse del castillo y del peligro en búsqueda de mi querido Halberin que se encontraba en la aldea de Parnast.

Moira Blackenridge   


Entrando en el pasillo donde huyó Rezmir pude llegar junto con el ogro a una gran sala, allí se encontraba Rezmir junto con otra semidragona de color azul, Azbara Jos y otro mago de Thay, el ogro quería eliminar a la susurradora de dragones, pero le encomendé mejor ir por ayuda mientras asaltaba furtivamente a Rezmir, el ogro respondió afirmativamente dando inicio a mi plan, comencé con un disparo certero a la susurradora quien mandó a sus magos a matarme, lamentablemente no calculé bien mi plan y terminé capturado por los mismos reuniéndome con la líder del culto y sus terratenientes Azbara Jos y Pandora a quien esperaba que me ayudara, la semidragona azul a quien Rezmir la llamó Iluvina y el otro mago de nombre Rath Modar.

Merik Buenbarril


“Un fuerte ruido de batalla alertó a mis mascotas quienes querían un poco de sangre, como buena ama que soy, no quería que mis cachorros no pudieran jugar, así que los desaté y los envié al lugar para que se divirtieran un poco, cuál fue mi sorpresa al ver al aventurero que se encontraba en el campamento cerca de Greenest, convenciendo a los esbirros de Blagothkus de luchar a su favor, ¡Miserables! así que ellos fueron los que han estado siguiéndome los pasos y frustrando mis planes para liberar a mi diosa, ¡Eso no lo permitiré! Mientras liberé a mis cachorros como peones que serán comidos por el ejército enemigo, decidí usar  el poder de Thay y de mi máscara oscura para acabar con su insurgencia, y aunque Iluvina puede servirme de escudo, todavía es muy débil para enfrentarse al grupo además una flecha que partió el aire me lo confirmó, por lo que decidir lanzar a la inútil por fuera del castillo con el fin de salvar la vida a mi nueva creación y que por lo menos informara al capitán Othelstan de nuestra situación para que nuestro líder Severin tome cartas en el asunto.”

Rezmir la oscura. Susurradora de los dragones negros

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