La batalla en contra del ejército de los hombres lagarto fue colosal, abriéndose los aventureros a través de los sinuosos pasillos derrotando a cuanta criatura se encontrarán, los héroes pudieron identificar que los hombres lagarto solo eran los peones de un poderoso ejército más poderoso y estos eran los hombres serpientes mencionados por Diderius, cuando en las cámaras oscuras varias armaduras se levantaron con las innumerables serpientes que salían por los agujeros de los pasillos. Es entonces que Misty se convierte en una araña gigante y con su ataque logra inmovilizar a las armaduras para continuar por el dungeon, en el camino fueron nuevamente emboscados por más hombres serpientes y uno mucho mayor que intentó convencer al grupo que Merik era un impostor.
La treta no surgió efecto en los aventureros quienes aniquilaron a las criaturas, sin embargo, las heridas de Kratos y Escanor eran ya demasiadas y los conjuros de curación ya habían sido agotados. Por fortuna entre los escombros de las cámaras el grupo pudo encontrar una poción de curación que Kratos tomó en la menor brevedad. Lamentablemente el líquido de curación era en realidad un poderoso veneno que dejo al borde de la muerte al dracónido.
Viendo los problemas en los que estaban Frigga sacó unas pociones para curar al grupo, los demás se encontraban confundidos, viendo como el grupo podía haber aprovechado antes las pociones, pero Frigga de forma despectiva mencionó que se encontraba con ellos por órdenes de su rey, por lo que no les debe lealtad a ellos.
Escanor y Halberin fueron los primeros en enfrentarse a la elfa, pero Moira los calmó mentalmente argumentando que la exploradora ha sido útil y que sus razones son válidas, pero así como ella no debe lealtad al grupo, ellos tampoco se lo deben a su rey. Luego del percance los héroes llegaron a la cámara final del complejo subterráneo. Allí la sacerdotisa del templo Yuan Ti se encontraba con su prole y al fondo se encontraba el maldito susurrador de dragones Varram en un estado inconsciente causa de los múltiples golpes recibidos por los hombres serpiente.
El grupo fue abordado por la sacerdotisa quien confundiendo a los héroes con los seguidores de Varram exigía un tesoro en cambio de la liberación del enano, Moira al no convencer a la Yuan Ti de buena forma, convocó una ilusión con forma de Diderius quien le exigía a la mujer la liberación del enano a cambio de una paz entre el templo y la raza Yuan Ti. La mujer conociendo el poder de Diderius aceptó en buen agrado dejando al enano en custodia de nuestros héroes, quienes inmediatamente abandonaron el lugar encantado, no sin antes regresar el libro encontrado al fantasma quien fue liberada de su maldición una vez sus manso incorpóreas tocaron el volumen.
En las afueras y con Varram aún inconsciente el grupo tuvo que enfrentarse a unos troll quienes aprovecharon la soledad del lugar para intentar robarse los caballos del grupo, pero gracias a Cordy los caballos fueron salvados.
Al final pudieron despertar a Varram quien viéndose en una mala situación, aceptó colaborar con el grupo contando todo lo que sabía, la identidad del líder del culto del dragón (Severin), el lugar donde las fuerzas del culto se encontraban (El pozo de dragones) y el objetivo de haber venido al pozo de adivinación el cual era saber dónde se encontraba su máscara de dragón blanco, la cual fue robada días atrás. Lamentablemente las últimas palabras del enano dejaron desilusionados a los héroes pues, tanto la máscara de Varram como la máscara de Rezmir ya se encontraban en posesión del enemigo, por lo que el grupo tenía claro su siguiente paso, dirigirse a Waterdeep y entregar a su rehén y luego solicitar a la alianza un ejército equiparable al culto para atacar su territorio antes que ellos lo hagan.
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