Capítulo 20. En el mar del hielo movedizo

Luego de varios días pudimos llegar nuevamente a Waterdeep, en este viaje pudimos conocer más cosas del enano Varram como la organización de los miembros del culto y de los tratos que tenían con los magos rojos, también descubrimos que no todos los magos se encontraban aliados con estos, por lo tanto, había una posibilidad de dirigirnos a Thay y hablar con el líder de estos magos, el lich Szass Tam. Luego de entregar al sucio enano, los hombres descansaron en la posada tomando y disfrutando de la música, decidí informar a mi rey todo lo que nos pasó, pero al paso Moira solicitó mi ayuda, ella quería saber acerca de la maga que irrumpió en el consejo, Laeral Silverhand. Aunque mi respuesta fue negativa, la tiefling pudo convencerme argumentando que los tratos con esta mujer a la que no conocemos, podría afectar los intereses de mi rey por lo cual accedí. En la investigación de esta mujer pudimos comprobar que los señores de Waterdeep ya tenían claro que lord Neverember debía ser reemplazado por Silverhand, lamentablemente una de sus hermanas irrumpió en el lugar y no pudimos conocer más sobre ella regresando con las manos vacías.

A la mañana siguiente hablamos con lord Neverember tal vez por última vez Moira solicitó un nuevo concilio para poder exigirle a la alianza la suma de un ejército aún mayor al pensado, pero claramente el señor de Neverwinter ya no poseía esos atributos, lo único que nos pudo dar fue comida, transporte y abrigo para nuestra siguiente misión, ir en búsqueda de una hechicera tiefling, Maccath la carmesí quien era la única que había estudiado el poderoso artefacto del cuerno del dragón como lo mencionó la chica de nombre Dala en el primer concilio.



Nos dirigimos entonces con Dala para saber dónde poder encontrar a Maccath pero la muchacha solo sabía que la tiefling había desaparecido en el mar del norte, el mar del hielo movedizo mientras buscaba una meseta de hielo en donde se suponía que estaba el cuerno. Es entonces que, luego de esta información salimos en búsqueda del barco prometido por lord Neverember, el Frostskimmr capitaneado por el capitán Lerustah quien nos recibió amablemente, el viaje a bordo del barco fue sorprendentemente rápido, ahí supimos un poco del capitán y de cómo en sus viajes al mar del hielo movedizo, el despiadado hielo le quemó medio rostro, de ahí su apodo de media cara.


Al llegar al mar del hielo movedizo el viaje se hizo sumamente lento ya que solo teníamos las palabras de Dala y del supuesto lugar donde se encontraba el cuerno del dragón, como el viaje se hizo frío algunos de nuestros compañeros se enfermaron, el enano Halberín se encontraba todo el viaje mareado de tanto estar en el barco, y el mediano Merik el frío lo afectó tanto que, permaneció en cama por un resfriado la mayor parte de la búsqueda, pero luego de casi una decana de batallas en contra de trolls de hielo y sirénidos pudimos encontrarnos con unos lugareños que al vernos huyeron de nuestra presencia, el capitán los siguió sabiendo que ellos, los llamados cazadores de hielo, en su persecución que duró casi dos días, pudimos llegar al fin al lugar donde los cazadores de hielo vivían, lo interesante de este evento fue que el lugar coincidía con las palabras de Dala, habíamos llegado al sitio donde Macath quería ir.


Subimos entonces la montaña llegando a la cima de la meseta, Lerustah nos ayudó proporcionando a un intérprete de nombre Iwaki para hablar con los cazadores de hielo por si llegábamos a encontrarnos con ellos, acción que fue útil al poco tiempo pues en la cima de la meseta se encontraba el pueblo de los cazadores de hielo, con ellos descubrimos una aversión a los extraños como no habíamos sentido antes. De acuerdo con Iwaki una bruja les había quemado sus hogares por lo que los extraños no eran bienvenidos, la pequeña Cordelia en especial sufrió de las miradas de odio de los lugareños, mientras paseábamos el mismo pueblo tenía los ojos clavados en nosotros vigilando nuestras acciones, el líder de la tribu Barking Seal, nos ordenó que nos marcháramos, pero gracias a las palabras de Moira quien cambió su rostro a una comerciante boticaria explicó que buscábamos un ingrediente que solo se encontraba en estas tierras para nuestras pociones, el hombre fue convencido y por lo tanto, trajo a su chaman, una anciana de nombre Bonecarver para preguntarle sobre estos ingredientes, como raro la mujer también fue esquiva ante preguntas diferentes a los supuestos ingredientes que necesitábamos, Moira y Merik aprovecharon este momento para investigar un poco más, la tiefling enviando a su pseudodragona y Merik ocultándose en las sombras, juntos supieron que uno de los iglúes de la tribu estaba fuertemente protegido por lo que concluimos que allí se ocultaba algo importante.

Al caer la noche fuimos llamados a cenar, pero nuestro sentido estaba muy alerta, calculábamos que esta tribu estaba aliada con el enemigo y querían envenenarnos, por lo que Cordelia se escabulló invisiblemente y en la seguridad convocó una poderosa ilusión de un dragón dorado el cual habló con el pueblo y los intentó convencer de nuestras verdaderas intenciones, recuperar el cuerno del dragón y salvarlos del mal que se encontrara en esta zona, Bonecarver imploró ante nuestra ilusión y nos declaró campeones en contra de la antigua muerte blanca el poderoso dragón blanco Arauthator, pero el líder Barkinf Seal aún no convencido incitó al grupo a enfrentarse a su campeón, Orcabeat un poderoso guerrero de su tribu que tenía recelo de Kratos por su aspecto, la batalla uno a uno se llevó a cabo saliendo victorioso nuestro guerrero.


Al ver el gran potencial en nosotros Bonecarver decide ayudarnos explicándonos la verdad, resulta que el lugar está gobernado por la antigua muerte blanca quien tiene retenida a una bruja, en suposición calculé que debía ser Maccath, también pregunté por si ella fue la que los atacó, pero ellos comentaron que solo fueron mentiras para que nos alejáramos, descubrimos entonces que los cazadores de hielo proporcionaban comida a Arauthator mediante un túnel dentro del iglú custodiado, allí era donde debíamos ir.

Mediante cuerdas y material de escalada descendimos por un hoyo a las oscuras cuevas internas de la meseta, allí el piso era muy resbaloso y tuvimos problemas en la exploración de las cuevas, Kratos en este punto empezó a gritar de dolor alertando a unos kobold que eliminamos con facilidad, dejando a un par de ellos para que nos ayudaran a guiarnos por las cuevas, de estos pudimos obtener unas botas para caminar por el resbaloso hielo. Al revisar que aquejaba a Kratos, Halberin descubrió como unas alas emergían del dracónido, dándole la capacidad de volar.

Por último y gracias a la guía de los kobols pudimos llegar con una bruja tielfing, quien estaba acompañada de un par de kobolds, esta dijo ser Maccath la carmesí y preguntó por si veníamos a liberarla o a matarla, aunque según ella ya no importaba, nosotros con esta respuesta dudamos de la identidad de esta joven, pero al ver su broche de la hermandad arcana concluimos que esta hechicera es la persona por quien venimos.

Frigga Moonlight



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